Desde Valle Abedules queremos resaltar cómo influye la naturaleza en la vida de las niñas y los niños. Y en este artículo vamos a hablar de la creatividad.

Entendemos la creatividad como la capacidad de inventar y crear cosas.

¡Y los niños son los mejores!

¿Cómo se relaciona la naturaleza con la creatividad?

Principalmente, porque los niños son investigadores con mucha energía y al aire libre, en la naturaleza, pueden desarrollar su capacidad de exploración. El contacto con el medio ambiente favorece el trabajo en equipo y cada niño encuentra dónde puede colaborar más. La satisfacción de sumarse al grupo y ser de ayuda para mover un tronco, hacer un pequeño embalse en un río o construir una cabaña les aporta una gran felicidad.

Cada niño posee sus destrezas y al no estar en su zona de confort con sus juguetes, electrónicos o no,

se las ingenia en la naturaleza para encontrar cómo divertirse.

En la infancia, no solo se utiliza la creatividad como imaginación, tal y como se suele entender, sino como la capacidad para generar ideas y para, algo sumamente importante, asociar las ideas entre sí. En la naturaleza el conocimiento es activo y muy inmediato y permite al niño entender de forma sensorial completa al ser necesario utilizar todos sus sentidos.

Por eso, a partir de que la cantidad de personas que vive en las ciudades superase a las personas que viven en el campo, los trabajos de investigación en educación más recientes resaltan la importancia de la naturaleza para el crecimiento integral del niño.

La naturaleza ayuda de forma creativa a los niños, a desarrollar su inteligencia, su personalidad y las relaciones con los demás.

Desde Valle Abedules os dejamos las palabras de Richard Louv, el autor del bestseller El último niño en el bosque:

«He venido sosteniendo desde hace tiempo la teoría de que

la conexión con la naturaleza debe ser considerada como un derecho humano».