Qué hacemos si no quiere ir
Una vez que hemos tomado la decisión de que vayan a un campamento, ¿qué pasa si él se niega a ir? Para Natalia Martín, lo mejor es buscar estrategias de motivación para que se anime a participar, sin embargo, recomienda no imponérselo, “si va obligado no disfrutará y puede crear una aversión negativa a ese espacio”.
Según Luis Ferreiro, director de Juventud y Cultura, una organización con más de 40 años de experiencia, “es recomendable sugerir lo que les conviene, sin forzar”.
En cualquier caso, puede que, a pesar de todo, por circunstancias personales no tengamos más remedio que apuntarlo a uno o, simplemente, decidamos continuar con nuestra idea porque pensamos que es bueno para ellos. En este caso, para Sonia Martínez la respuesta es bien clara “si nosotros estamos convencidos de que tiene que ir, lo que podemos hacer es aceptar que él tenga miedo, que esté enfadado, dejarle expresar lo que siente o lo que le gustaría y animarle a superarlo”.
¿Y si quiere volver a casa?
Una vez que esté allí, es normal que sienta tristeza y miedo, sobre todo los primeros días. Pero en caso de que no pare de llorar y de decir que quiere volver a a casa, jugará un papel fundamental la experiencia y forma de actuar de los profesionales de cada campamento. Son ellos quienes deberán tomar las decisiones pertinentes y acompañarlo en su malestar o en sus emociones. Si no viesen un progreso y consideraran que el niño está realmente sufriendo, lo más adecuado sería llamar a los padres para que fuesen a recogerlo. No obstante, Matilde Castro y Elvira Chiquero afirman que en sus centros se informa a los padres, pero no se les da la opción de que vayan a buscarlos directamente, sino que se les plantean otras alternativas para motivarlos.
Para evitar llegar a este tipo de situaciones la psicóloga Natalia Martín recomienda que, antes de que se vayan a vivir esta aventura, “es importante adelantarles detalles sobre el lugar al que van a ir y las situaciones que se pueden encontrar, además de explicarles que al inicio pueden sentirse asustados puesto que se trata de una situación novedosa para ellos, pero que siempre habrá un adulto para apoyarlos”.