Como venimos haciendo desde valle abedules, queremos resaltar los beneficios en nuestra relación con la naturaleza.
¿Cómo beneficia a los niños y a los jóvenes el contacto con el mar?
Se puede pensar que todos estamos acostumbrados a unas vacaciones en la costa. Ya nadie se plantea que alguien no conozca el mar, no como antes que había personas que no lo llegaban a conocer en su vida.
Sin embargo, ¿somos conscientes de las aportaciones que nos ofrece?
Porque la naturaleza, en este caso el mar, nos ofrece verdaderos tesoros terapéuticos, sin que les demos el valor que se merecen.
Los niños obtienen un refuerzo en su sistema inmunológico. El aire que se respira en la orilla del mar contiene propiedades muy saludables para el sistema respiratorio. Un verano en el mar es una apuesta que fortalece los huesos, que remineraliza la piel y que desarrolla los sentidos.
¿Sabíais que la brisa marina contiene más cantidad de ozono y oligoelementos beneficiosos para nuestro cuerpo? ¿Que el aire, a orillas del mar, contiene gran cantidad de iones negativos que ayudan a producir serotonina y estimulan los neurotransmisores?
¿Y el deporte acuático, tan deseado por los niños y los adolescentes?
Sin duda, es uno de los factores decisivos para llevarles a veranear a la playa. La actual vida urbana aleja este contacto con la naturaleza. Y el mar es siempre un sinónimo de libertad.
Por otro lado, lo más importante es que el ejercicio al aire libre, tanto en la arena practicando el vóley, como en el agua navegando en kayak, vela, haciendo surf, es un contacto sano que aporta a las niñas y los niños un equilibrio físico y mental.
Los campamentos en el mar, no solo suponen un reto para desarrollar las destrezas, sino que ofrecen un conocimiento de otro medio ambiental, necesario para el futuro del planeta. El mar, la playa, el viento, el sol, los atardeceres, la calma, las olas, nos están esperando.