Las razones principales para viajar al extranjero son varias y todas son importantes. Lo que está claro es que tu hija o hijo volverán con un aprendizaje que no pueden adquirir en su país de origen.

¿Qué aprendizaje es ese?

En primer lugar, su actitud se abrirá a un mundo nuevo que le espera. Cada verano será diferente y es necesario que según van creciendo se vayan encontrando nuevos destinos con retos diferentes. Eso les consolidará como ciudadanos del mundo, algo muy necesario en el futuro, pero, sobre todo, algo muy ilusionante.

Viajar al extranjero y sentir la sensación de ser capaces de manejarse en una cultura diferente, eso por si solo es experiencia.

Cada viaje sumará a su vida un peldaño más en su conocimiento, en el desarrollo de su personalidad y en la confianza que sientan de sí mismos.

Las ventajas de viajar al extranjero en un campamento, es decir antes de la mayoría de edad, aporta beneficios muy positivos para desarrollar habilidades. La capacidad de fascinación por lo que ven y no únicamente por su país de origen, les enriquecerá su manera de mirar la vida. La multiculturalidad de sus futuros compañeros les va a hacer desarrollar el interés por otras costumbres, por la historia y por los idiomas.

Los niños y los jóvenes necesitan ampliar sus fronteras, más allá del mundo globalizado por los medios digitales a los que acostumbran. La experiencia de la realidad es muy distinta, merece la pena tener que desenvolverse en una ciudad nueva y enfrentarse a pequeñas dificultades, que enriquecerán su capacidad para resolverlas.

¡Viajar siendo joven les ayuda a conocerse a sí mismos!

¡Fomenta la autonomía!

¡Potencia la autoestima!

¡Desarrolla la empatía!

La adquisición del idioma resulta natural, el conocimiento del inglés es ameno y divertido, y su nivel de conversación, día a día, se vuelve fluido.

¡Ofrece a tus hijos la oportunidad de vivir una experiencia internacional!

¡Prepárales para su futuro!